El comportamiento se describe normalmente como altruista cuando está motivado por el deseo de beneficiar a alguien más que a uno mismo por el bien de esa persona. Sin embargo, a veces la palabra se utiliza de forma más amplia para referirse al comportamiento que beneficia a otros, independientemente de su motivo.

Se suele suponer que deberíamos ser altruistas al menos en cierta medida. Pero, ¿hasta qué punto? ¿Y es el altruismo necesariamente admirable? ¿Por qué hay que actuar por el bien de los demás y no sólo por el propio? Por otra parte, ¿actuamos por altruismo o todo el comportamiento es, en última instancia, egoísta?

¿Qué es el altruismo?

El altruismo es la preocupación desinteresada por otras personas, es decir, hacer cosas simplemente por el deseo de ayudar, no porque uno se sienta obligado a hacerlo por deber, lealtad o razones religiosas. Implica actuar por el bienestar de otras personas.

En algunos casos, estos actos de altruismo llevan a las personas a ponerse en peligro para ayudar a los demás. Estos comportamientos suelen realizarse de forma desinteresada y sin expectativas de recompensa. Otros casos, conocidos como altruismo recíproco, implican la realización de acciones para ayudar a otros con la expectativa de que éstos ofrezcan ayuda a cambio.

Ejemplos de altruismo

La vida cotidiana está llena de pequeños actos de altruismo, desde sujetar la puerta a desconocidos hasta dar dinero a personas necesitadas. Las noticias suelen centrarse en casos de altruismo más grandes, como el de un hombre que se sumerge en un río helado para rescatar a un desconocido que se está ahogando o el de un donante que da miles de dólares a una organización benéfica local. Algunos ejemplos de altruismo son:

  • Hacer algo para ayudar a otra persona sin esperar recompensa
  • Renunciar a cosas que pueden reportar beneficios personales si suponen un coste para los demás
  • Ayudar a alguien a pesar de los costes o riesgos personales
  • Compartir recursos, incluso en caso de escasez
  • Mostrar preocupación por el bienestar de otra persona

Tipos de altruismo

Los psicólogos han identificado varios tipos de comportamiento altruista. Entre ellos se encuentran:

  • Altruismo genético. Como su nombre indica, este tipo de altruismo implica la realización de actos altruistas que benefician a los miembros cercanos de la familia. Por ejemplo, los padres y otros miembros de la familia suelen realizar actos de sacrificio para satisfacer las necesidades de los miembros de la familia.
  • Altruismo recíproco. Este tipo de altruismo se basa en una relación mutua de dar y recibir. Implica ayudar a otra persona ahora porque es posible que algún día pueda devolverle el favor.
  • Altruismo seleccionado por el grupo. consiste en realizar actos altruistas para las personas en función de su afiliación al grupo. Las personas pueden dirigir sus esfuerzos a ayudar a personas que forman parte de su grupo social o a apoyar causas sociales que benefician a un grupo específico.
  • Altruismo puro. También conocido como altruismo moral, esta forma implica ayudar a otra persona, incluso cuando es arriesgado, sin ninguna recompensa. Está motivado por los valores y la moral interiorizados.

¿Cuál es el impacto del altruismo?

Aunque el altruismo puede tener algunos inconvenientes cuando se lleva al extremo, es una fuerza positiva que puede beneficiar tanto a usted como a los demás. El altruismo tiene una amplia gama de beneficios, como:

  • Mejor salud. Comportarse de forma altruista puede mejorar la salud física de diversas maneras. Las personas que realizan actividades de voluntariado gozan de mejor salud en general, y participar regularmente en comportamientos de ayuda está relacionado con una mortalidad significativamente menor.
  • Mejor bienestar mental. Hacer cosas buenas por otras personas puede hacer que te sientas bien contigo mismo y con el mundo. Las investigaciones demuestran que las personas experimentan una mayor felicidad después de hacer cosas buenas por otras personas.
  • Mejores relaciones sentimentales. Ser amable y compasivo también puede conducir a una mejor relación con su pareja, ya que la amabilidad es una de las cualidades más importantes que las personas de todas las culturas buscan en una pareja romántica.

Además de estos beneficios, practicar el altruismo también puede ayudar a mejorar las conexiones y relaciones sociales, lo que en última instancia puede contribuir a mejorar la salud y el bienestar.

Fomentar el comportamiento altruista

Aunque algunas personas pueden tener tendencias altruistas de forma más natural, hay cosas que se pueden hacer para ayudar a fomentar comportamientos útiles en uno mismo y en los demás. Entre ellas se encuentran:

  • Encontrar inspiración. Observe a las personas inspiradoras que realizan actos altruistas. Ver a otras personas trabajar para mejorar activamente la vida de las personas y las comunidades puede inspirarle a actuar de forma altruista en su propia vida.
  • Practicar la empatía. En lugar de distanciarte de los demás, practica la empatía estableciendo conexiones y poniendo un rostro humano a los problemas que ves. Considera cómo te sentirías tú en esa situación y piensa en las cosas que puedes hacer para ayudar a marcar la diferencia.
  • Establecer un objetivo. Busca formas de realizar regularmente actos de bondad al azar para los demás. Busca a tu alrededor personas que puedan necesitar ayuda, o busca formas de ser voluntario en tu comunidad. Prepara una comida para alguien que la necesite, ayuda a un amigo con una tarea, dona durante una campaña de donación de sangre o pasa algún tiempo como voluntario para una organización local.