La autoconciencia es uno de los primeros componentes del autoconcepto que surge. Aunque la conciencia de sí mismo es algo central en lo que uno es, no es algo en lo que uno se concentre agudamente en cada momento de cada día. En cambio, la conciencia de sí mismo se entreteje en el tejido de lo que uno es y surge en diferentes momentos dependiendo de la situación y de la personalidad.

¿Qué es la autoconciencia?

La autoconciencia implica ser consciente de diferentes aspectos del yo, como los rasgos, los comportamientos y los sentimientos. Esencialmente, es un estado psicológico en el que uno mismo se convierte en el centro de atención.

A veces, las personas pueden ser demasiado conscientes de sí mismas y caer en lo que se conoce como autoconciencia.

¿Has sentido alguna vez que todo el mundo te observa, juzga tus acciones y espera a ver qué vas a hacer a continuación? Este estado de autoconciencia puede hacer que te sientas incómodo y nervioso en algunos casos.

En muchos casos, estos sentimientos de autoconciencia son sólo temporales y surgen en situaciones en las que estamos “en el punto de mira”. Sin embargo, para algunas personas, la excesiva timidez puede reflejar una afección crónica como el trastorno de ansiedad social. Estas personas suelen ser más conscientes de sus sentimientos y creencias y, por tanto, es más probable que se atengan a sus valores personales. Sin embargo, también son más propensas a sufrir consecuencias negativas para la salud, como el aumento del estrés y la ansiedad.

¿Cómo surge la autoconcienca?

Los estudios han demostrado que un sentido más complejo de la conciencia del yo comienza a emerger alrededor del año de edad y se vuelve mucho más desarrollado aproximadamente a los 18 meses de edad. Los investigadores Lewis y Brooks-Gunn realizaron estudios sobre el desarrollo de la autoconciencia.

Los investigadores aplicaron un punto rojo en la nariz de un bebé y luego lo acercaron a un espejo. Los niños que se reconocían a sí mismos en el espejo se llevaban la mano a su propia nariz en lugar de al reflejo en el espejo, lo que indicaba que tenían al menos cierto nivel de autoconciencia. Lewis y Brooks-Gunn descubrieron que casi ningún niño menor de un año se llevaba la mano a su propia nariz en lugar de al reflejo del espejo.

Alrededor del 25% de los niños de entre 15 y 18 meses se llevaban la mano a su propia nariz, mientras que alrededor del 70% de los que tenían entre 21 y 24 meses lo hacían.

Es importante señalar que el estudio de Lewis y Brooks-Gunn sólo indica la autoconciencia visual de un bebé; los niños podrían poseer otras formas de autoconciencia incluso en esta etapa temprana de la vida. Por ejemplo, los investigadores Lewis, Sullivan, Stanger y Weiss sugirieron que la expresión de las emociones implica la conciencia de sí mismo, así como la capacidad de pensar en uno mismo en relación con otras personas.

¿Cómo se desarrolla la autoconciencia?

Los investigadores han propuesto que una zona del cerebro conocida como córtex cingulado anterior, situada en la región del lóbulo frontal, desempeña un papel importante en el desarrollo de la autoconciencia. Los estudios también han utilizado imágenes cerebrales para demostrar que esta región se activa en los adultos que tienen conciencia de sí mismos.

El experimento de Lewis y Brooks-Gunn sugiere que la autoconciencia empieza a surgir en los niños alrededor de los 18 meses, una edad que coincide con el rápido crecimiento de las células fusiformes en el córtex cingulado anterior. Sin embargo, un estudio descubrió que un paciente conservaba la conciencia de sí mismo incluso con grandes daños en zonas del cerebro como la ínsula y el córtex cingulado anterior.

Niveles de autoconciencia

¿Cómo toman los niños conciencia de sí mismos como seres separados? Los investigadores sugieren que los niños progresan a través de una serie de niveles de autoconciencia entre el nacimiento y la edad aproximada de 4 o 5 años. La autoconciencia se observa por la forma en que los niños responden a su propio reflejo en un espejo.

Tipos de autoconciencia

Los psicólogos suelen dividir la autoconciencia en dos tipos diferentes, pública o privada.

Autoconciencia pública

Este tipo surge cuando las personas son conscientes de cómo se muestran ante los demás. La autoconciencia pública suele surgir en situaciones en las que las personas son el centro de atención, como cuando hacen una presentación o hablan con un grupo de amigos.

Este tipo de autoconciencia suele obligar a las personas a cumplir las normas sociales. Cuando somos conscientes de que nos observan y evalúan, solemos intentar comportarnos de forma socialmente aceptable y deseable.

La autoconciencia pública también puede conducir a la ansiedad de evaluación, en la que las personas se sienten angustiadas, ansiosas o preocupadas por la forma en que son percibidas por los demás.

Autoconciencia privada

Este tipo ocurre cuando las personas toman conciencia de algunos aspectos de sí mismas, pero sólo de forma privada. Por ejemplo, ver tu cara en el espejo es un tipo de autoconciencia privada.