Alguna vez te has preguntado ¿Quién soy? o ¿Por qué actúo así? Dos cuestiones sencillas pero profundas. Cuando no nos conocemos a nosotros mismos o actuamos de forma que no entendemos puede ser una señal de que hay algo que cambiar. Pero, ¿cómo cambiamos y qué hay que cambiar?

La ignorancia, el miedo y la indiferencia no proporcionan el impulso necesario para obtener un autoconocimiento o realizar un cambio positivo. Por el contrario, el autoanálisis conduce al autoconocimiento, que es el primer paso necesario para iniciar un cambio positivo.

Exploremos cómo el autoconocimiento facilita la superación personal y proporciona otros beneficios.

¿Qué es el autoconocimiento?

En psicología el autoconocimiento se define como aquella información genuina y real que uno posee sobre sí mismo. Esto incluye información sobre nuestro estado emocional, rasgos de personalidad, relaciones, patrones de comportamiento, opiniones, creencias, valores, necesidades, objetivos, preferencias e identidad social.

El autoconocimiento es el resultado de procesos autorreflexivos y sociales. Sin embargo, el autoconocimiento no se deriva únicamente de la introspección. Según Brown (1998), hay cinco fuentes que contribuyen a la reserva de autoconocimiento. Vamos a verlas en detalle:

  1. Mundo físico. Esta categoría de información se limita a la información física, como la altura, el peso y el color de los ojos.
  2. Comparaciones sociales. Esta fuente de autoconocimiento se produce al compararnos con los demás. Las subcategorías incluyen las comparaciones ascendentes y descendentes, en las que nos comparamos con alguien que está mejor y peor, respectivamente.
  3. Valoraciones reflexivas. Esta fuente de autoconocimiento proviene de las evaluaciones que los demás hacen de nosotros. El término denota el hecho de que nos vemos reflejados a través de los ojos de los demás.
  4. Introspección. Esta fuente de autoconocimiento se deriva de la observación interna de los pensamientos, sentimientos, motivos y deseos. La introspección está entrelazada y conectada integralmente con el autoconocimiento.
  5. Autopercepción. En esta categoría de autoconocimiento, aprendemos sobre nosotros mismos a través de la observación y el examen de nuestro propio comportamiento.

En resumen, el autoconocimiento se obtiene a través de una combinación del mundo físico, social y psicológico.

Importancia del autoconocimiento

El autoconocimiento es esencial para un funcionamiento saludable porque conocerse bien a sí mismo conduce a una toma de decisiones realista en relación con los aspectos clave de la vida. De hecho, las personas que no se conocen a sí mismas con exactitud son propensas a fracasar en sus vidas.

Entre los aspectos clave, que están en riesgo debido a la falta de autoconocimiento, se encuentran la elección de la pareja, la educación y la elección de la carrera, y dónde y cómo vivir.

Los déficits de autoconocimiento conducen a una sobreestimación de las fortalezas subjetivas, lo que puede causar una menor satisfacción vital y un bajo rendimiento académico. El autoconocimiento es esencial para el crecimiento psicológico porque:

  1. Satisface el deseo de aprender y dar sentido a las experiencias.
  2. Evita la discordia entre las percepciones de uno mismo y las de los demás.
  3. Nos emancipa de los caprichos irracionales de nuestro inconsciente.
  4. Facilita las respuestas proactivas en lugar de la reactividad.
  5. Es un primer paso necesario para el cambio positivo.

Otros beneficios son tener menos frustración laboral, menos inseguridad y envidia, y menos estrés por el dinero. Además, adquirimos la capacidad de responsabilizarnos de nuestras emociones y tener más empatía y compasión.

Por último, el autoconocimiento ayuda a dar forma a nuestra comprensión de los demás y se utiliza como punto de referencia para evaluar a los demás.

¿Cómo mejorar el autoconocimiento?

No se puede ser un buen líder sin tener conciencia de sí mismo. Está en la raíz de un carácter fuerte, que nos da la capacidad de liderar con un sentido de propósito, autenticidad, apertura y confianza. Explica nuestros éxitos y nuestros fracasos. Y al darnos una mejor comprensión de quiénes somos, la autoconciencia nos permite entender mejor lo que más necesitamos de otras personas, para complementar nuestras propias deficiencias en el liderazgo.

La cuestión, pues, es cómo podemos cultivarla y desarrollarla más. Hay muchas maneras de hacerlo. A continuación se presentan cinco de las que he descubierto que funcionan mejor:

  • Meditar. Sí, meditar. Como la mayoría de la gente sabe ya, la meditación es una práctica para mejorar la conciencia. La mayoría de las formas de meditación comienzan centrándose en la simplicidad de la inhalación y la exhalación y apreciándolas. Pero no es necesario que sean formales o rituales: una mayor claridad también puede provenir de momentos regulares de pausa y reflexión.
  • Anota tus planes y prioridades clave. Una de las mejores formas de aumentar la conciencia de uno mismo es escribir lo que se quiere hacer y hacer un seguimiento de los progresos. Warren Buffet, por ejemplo, es conocido por articular cuidadosamente las razones por las que hace una inversión en el momento en que la realiza. Las anotaciones en el diario sirven de registro histórico que ayuda a evaluar si los resultados futuros pueden atribuirse a un buen juicio o simplemente a la suerte.
  • Pregunta a amigos de confianza. Ninguno de nosotros es del todo consciente de cómo nos perciben los demás. Tenemos que confiar en la opinión de nuestros compañeros, amigos y mentores. Para que tus amigos desempeñen el papel de espejo honesto, hazles saber que buscas perspectivas sinceras, críticas y objetivas. Haz que un amigo o colega se sienta seguro para darte una opinión informal pero directa y honesta.
  • Obtén opiniones periódicas en tu trabajo. Además de preguntar de manera informal y periódica a amigos y familiares, utiliza los procesos y mecanismos formales de tu lugar de trabajo. Si no hay ninguno, mira a ver si puedes poner en marcha bucles de retroalimentación más formales. Siempre que se haga bien, el feedback constructivo y formalizado nos permite ver mejor nuestros propios puntos fuertes y débiles.

Al final, todos queremos ser conscientes de nosotros mismos. Sin él, nunca se puede liderar con eficacia. Sólo con el autoconocimiento podemos acercarnos a un estado de “autocongruencia”, en el que lo que decimos, pensamos y sentimos es coherente. Construir la autoconciencia es un esfuerzo que dura toda la vida que nunca termina.

Ejemplos de autoconocimiento en la vida real

El autoconocimiento puede aportar una fuente de información necesaria para tomar decisiones críticas y emprender las acciones necesarias para la salud y el bienestar. Vamos a ver un par de ejemplos del uso del autoconocimiento en la vida real:

  • Naomi Osaka. Las valientes acciones de la estrella del tenis Naomi Osaka demuestran su autoconocimiento. Osaka ha ganado múltiples Grand Slams y se encuentra entre las deportistas mejor pagadas del mundo. Osaka tomó la difícil decisión de anteponer su salud mental a su carrera y a su imagen pública al negarse a participar en las ruedas de prensa del Abierto de Francia de 2021. Parece que Osaka se conocía física, mental, social y profesionalmente. Fue sincera en las redes sociales sobre el sufrimiento de prolongados ataques de depresión tras su primera victoria en un Grand Slam en 2018. Tomó la iniciativa de priorizar el cuidado de sí misma sobre su carrera, a pesar del escrutinio social. Osaka es un raro ejemplo de cómo el autoconocimiento puede utilizarse para tomar decisiones críticas, que a veces alteran la vida.
  • Viktor Frankl. Psiquiatra y psicoterapeuta del siglo XX que, como superviviente del Holocausto, emergió de las horribles circunstancias para crear la logoterapia y ser autor de numerosos libros. Nació en Viena (Austria) en 1905 y se doctoró en la Universidad de Viena. Los primeros trabajos de Frankl se centraron en la depresión y el suicidio. Tras años de espera, Frankl recibió el visado que le permitía emigrar a Estados Unidos. Sin embargo, la decisión requería que dejara atrás a sus padres, esposa y hermanos. Tras meditarlo, Frankl dejó caducar el visado. En 1942, Frankl fue enviado al campo de concentración de Theresienstadt junto con su familia. Fue el único miembro de su familia que salió de la prisión. La obra de Frankl, sus primeros logros y las decisiones que transformaron su vida significan una competencia de autoconocimiento y reflejan sus objetivos, valores, creencias e identidad social.

En definitiva, el autoconocimiento es una habilidad que podemos necesitar para tomar decisiones clave a lo largo de nuestra vida, como em el caso de Naomi y Viktor. Dale la importancia que merece ya que es un arma muy poderosa.

Referencias y bibliografía