Los seres humanos somos sociables por naturaleza y hemos desarrollado muchas maneras de comunicar nuestros mensajes, pensamientos y sentimientos a los demás. Es lo que entendemos como habilidades sociales.

Lo que se dice está influenciado tanto por el lenguaje verbal como por la forma en que lo usamos, tono de voz, volumen del habla y las palabras que elegimos, así como por mensajes más sutiles como el lenguaje corporal, los gestos y otros métodos de comunicación no verbal. El hecho de que algunas personas sean mejores en la interacción social que otras ha llevado a investigaciones detalladas sobre la naturaleza y función de la interacción interpersonal.

El desarrollo de las habilidades sociales consiste en ser conscientes de cómo nos comunicamos con los demás, de los mensajes que enviamos y de cómo se pueden mejorar los métodos de comunicación para que la forma en que nos comunicamos sea más eficiente y eficaz.

¿Qué son las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son las habilidades que utilizamos para comunicarnos e interactuar entre nosotros, tanto de forma verval como no verbal, a través de gestos, lenguaje corporal y de nuestra apariencia personal. Dicho de otra forma, son un conjunto de estrategias de conducta que nos ayudan a resolver una situación social de forma satisfactoria.

Una habilidad social es cualquier competencia que facilita la interacción y la comunicación con otros donde las reglas y relaciones sociales son creadas, comunicadas y cambiadas de manera verbal y no verbal. El proceso de aprendizaje de estas habilidades se llama socialización.

Para la socialización, las habilidades interpersonales son esenciales para relacionarse entre sí. Estas habilidades no son más que actos interpersonales que una persona utiliza para interactuar con otros, que están relacionados con las categorías de dominación vs. sumisión, amor vs. odio, afiliación vs. agresión, y control vs. autonomía.

La ejecución adecuada de estas habilidades es beneficiosa para aprender a expresarse y comprender a los demás, para tener en cuenta las necesidades e intereses de todos, para tratar de encontrar la solución más satisfactoria para todos cuando se enfrentan a un problema, o para brindar apoyo. Todos estos comportamientos son esenciales para vivir en sociedad.

¿Cuáles son los tipos de habilidades sociales?

Saber escuchar, la empatía, expresar afecto, la participación… son alguna de las habilidades que entendemos como habilidades sociales. Este tipo de habilidades son las encargadas de hacer funcionar de forma correcta las relaciones entre personas y en concreto el mundo en el que vivimos.

Este tipo de habilidades se dividen en dos tipos: habilidades sociales básicas y habilidades sociales complejas. Vamos a descubrir qué son y las características cada una.

Habilidades sociales básicas

Las habilidades sociales básicas se pueden definir cómo aquellas conductas que nos permiten interactuar y por ello relacionarnos con el resto de los seres humanos de una forma positiva y afectiva. Por norma general, esta clase de conductas se van aprendiendo con el paso del tiempo y con la experiencia, pero no siempre ocurre esto y a veces se nos presenta algún problema o dificultad en el camino.

  • Escuchar
  • Iniciar conversaciones
  • Hacer preguntas
  • Dando las gracias
  • Presentándote a ti mismo
  • Presentación de otros
  • Dar un cumplido

Este tipo de habilidades sociales tienen mucho que ver con el lugar donde hayamos nacido, con los aspectos sociales con y la cultura que nos rodea. Es importante añadir que en esta clase de habilidad no solo importa cómo se pone en práctica sino también es básico conocer dónde hemos de utilizarla A esta conducta la conocemos como competencia social.

Habilidades sociales complejas

Al otro lado tenemos las habilidades sociales complejas que no son mas que habilidades algo más complejas y con las que no todas las personas cuentan de inicio.

  • Empatía. La capacidad de ponerse en el lugar de otra persona.
  • Inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la capacidad de controlar los sentimientos propios y ajenos, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar el pensamiento y la acción.
  • Asertividad. La capacidad de declarar lo que uno quiere de una manera clara, directa y honesta sin herir los sentimientos de nadie ni subestimar el valor de nadie, sólo defendiendo sus derechos personales.
  • Habilidades para escuchar. La capacidad de escuchar atentamente, con atención, y entender lo que la otra persona quiere decir y luego comunicar que el mensaje ha sido recibido.
  • Capacidad de comunicar sentimientos y emociones. La habilidad de expresar los sentimientos positivos o negativos de una manera apropiada a los demás.
  • Capacidad para definir un problema y evaluar las soluciones. La capacidad social para analizar una situación dada teniendo en cuenta todos los elementos objetivos, así como los sentimientos y necesidades de cada individuo involucrado.
  • Negociación. La capacidad de comunicación dirigida a encontrar una solución satisfactoria para todas las partes.
  • Regulación emocional. La capacidad de ajustar la expresión de las emociones al entorno.
  • Capacidad de disculparse. La capacidad de ser consciente de los errores cometidos y de reconocerlos.

¿Cuáles son las características de las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son las herramientas que permiten a las personas comunicarse, aprender, pedir ayuda, satisfacer sus necesidades de manera adecuada, llevarse bien con los demás, hacer amigos, desarrollar relaciones sanas, protegerse y, en general, ser capaces de interactuar con la sociedad de manera armoniosa. Las habilidades sociales construyen rasgos de carácter esenciales como la confiabilidad, el respeto, la responsabilidad, la justicia, el cuidado y la ciudadanía. Estos rasgos ayudan a construir una brújula moral interna, permitiendo que los individuos tomen buenas decisiones en el pensamiento y el comportamiento, resultando en competencia social.

Vamos a ver entonces, cuáles son algunas características de este tipo de habilidades:

  • Las habilidades sociales están dirigidas por objetivos.
  • Los comportamientos socialmente cualificados están interrelacionados en el sentido de que una persona puede utilizar más de un tipo de comportamiento al mismo tiempo, para el mismo objetivo.
  • Las habilidades sociales deben ser apropiadas para la situación de la comunicación. Se utilizarán diferentes habilidades sociales para la comunicación profesional y personal.
  • Las habilidades sociales pueden ser identificadas como ciertos tipos de comportamiento por los cuales un individuo puede ser juzgado por sus habilidades sociales.
  • Las habilidades sociales pueden ser enseñadas, practicadas y aprendidas.
  • Las habilidades sociales deben estar bajo el control cognitivo del individuo. Aprenderlas implica aprender cuándo utilizar determinados comportamientos, así como qué comportamientos utilizar o cómo utilizarlos.

¿Por qué son importantes las habilidades sociales?

No a todo el mundo le resulta fácil salir, conocer gente y hacer amigos. Algunas personas tienden a evitar las situaciones sociales por la ansiedad y el malestar que pueden experimentar. Otros son simplemente introvertidos y les gusta pasar tiempo a solas en lugar de estar rodeados de gente. Independientemente de la categoría en la que te encuentres, lo mejor es cultivar habilidades sociales sanas y estrategias eficaces para comunicarte con los demás.

Tener un conjunto sólido de habilidades sociales te permite comunicarte, relacionarte y conectar con otras personas. Esto es esencial para establecer amistades y navegar por la vida con un mayor grado de satisfacción. Puede ser sorprendente la cantidad de puertas que se abren en la vida y las oportunidades que pueden caer en tu regazo cuando tienes buenas habilidades sociales. Ahora bien, ¿cómo puedes desarrollar y construir esas habilidades?

  • Aprende comunicación no verbal. Las habilidades sociales son mucho más que hablar. Las señales no verbales también contribuyen en gran medida a generar confianza y a conectar con la gente. Mantén el contacto visual cuando hables con alguien, asiente de vez en cuando para indicar que estás escuchando y muestra una postura corporal abierta para no parecer cerrado.
  • Pregunta a tus amigos y familiares. En lugar de intentar mejorar las habilidades sociales por tu cuenta, pide ayuda a tus amigos y familiares. Pregúntales qué opinan de tus habilidades sociales actuales, cómo las calificarían y cómo puedes mejorar. Tú tienes tus propias ideas sobre cómo te presentas al mundo, pero si hablas con alguien cercano, puedes obtener ideas más profundas de las que quizás no te hayas dado cuenta antes. Tus amigos y tu familia también estarán a tu lado cuando estés preparado para avanzar y aprender otras habilidades importantes para la vida.
  • Utiliza las interacciones cotidianas en tu beneficio. Los recados o las actividades cotidianas son la oportunidad perfecta para desarrollar tus habilidades sociales. Intente diversificarse cuando vaya a la tienda de comestibles o salga a dar un paseo, compruebe el correo o vaya a comer algo. Aunque odies las charlas triviales, a veces pueden dar lugar a una gran conversación. Hacer un esfuerzo puede dar mucho de sí. Recuerda integrar las habilidades no verbales mencionadas anteriormente.
  • Aprende a mantener una conversación. Una gran conversación es como un fuego en un día gélido; te mantiene caliente, cómodo y comprometido en varios niveles. Volviendo a la conversación trivial, puede utilizarla como puerta de entrada para mantener una conversación más profunda. Una vez que hayas hablado del tiempo o hayas hecho una observación superficial sobre una persona, como una prenda de vestir, puedes pasar a un tema un poco más personal. Por ejemplo, puedes preguntar sobre la familia, los sentimientos personales y las relaciones. Limítate a hacer preguntas abiertas y trata de hablar tanto como de escuchar.
  • Aprende a decir “no”. Aprender a decir “no” es tan importante como aprender a decir “sí”. Rechazar una petición, por pequeña que sea, demuestra que conoces tus límites y con qué te sientes cómodo. Sabe que no tienes que explicar tus razones para negarte y acéptalo. Verás que los demás respetan que digas “no” más de lo que tú esperas. Decir que no a una petición te dará tiempo para cuidarte a ti mismo, que es una forma de recargar las pilas para tu próxima interacción social.