Imagina cómo sería tu vida si pudieras controlar lo que sientes. Vivirías una vida más feliz, dejarías de estresarte, disfrutarías de cada momento, dejarías de perder la cabeza tan rápidamente, y la lista de beneficios continúa. Todo esto parece una fantasía, ¿verdad? Pero, ¿sabes qué? ¡Puede convertirse en tu realidad!

Para convertirte en un maestro de tus emociones, sólo necesitas tener el conjunto adecuado de metas emocionales. Estas metas incluyen aquellas cosas que te mantienen mental y emocionalmente sano para que puedas vivir tu vida sin ser controlado por tus emociones.

¿Qué son las metas emocionales?

Seguro que has pasado por una situación en la que has vuelto a casa después de un largo y estresante día de trabajo, y tus padres/cónyuge te han dicho que hagas la cama o realices cualquier otra tarea insignificante, y tú les has gritado.

Te sentiste culpable, te disculpaste con ellos y te propusiste no enfadarte tan rápido. Eso es una meta emocional.

Así que, en palabras sencillas, las metas emocionales son los objetivos que te propones para ayudarte a mejorar tu bienestar emocional general. Pueden ser cualquier cosa como tener control sobre tu temperamento, estar satisfecho con lo que tienes, o ser optimista en cada situación.

Cuando logras tus objetivos emocionales:

  • Te conviertes en el dueño de tus emociones.
  • Te conviertes en una mejor versión de ti mismo.
  • Te encuentras más estable que nunca, lo que significa que no pierdes la cabeza demasiado rápido ni reaccionas de forma exagerada ante pequeñas situaciones.
  • Te conviertes en la personalidad que siempre quisiste ser.
  • Vives la vida como realmente quieres vivir.

Importancia de las metas u objetivos emocionales

Cualquiera puede decir que desea sentirse mejor, pero el objetivo de mejorar el estado emocional es vago y no es alcanzable. Sentirse bien no es cuantificable, y tu estado de ánimo también cambiará con el paso del tiempo. Por eso necesitas metas emocionales para mejorar tu bienestar emocional.

Los objetivos emocionales son flexibles y están abiertos a ajustes. Por ejemplo, puede descubrir que uno de sus metas es demasiado complicada; reducirlo es totalmente factible. De este modo, seguirás teniendo un objetivo alcanzable.

Cuando no estés seguro de una meta emocional, siempre puedes sentarte y hacerte preguntas. Entonces, mediante un poco de autocuestionamiento, averiguarás si vale la pena ir a por ese objetivo en particular o no.

Impulsar el bienestar mental requiere mucha constancia, y las metas emocionales pensados son mucho más consistentes que los planes estándar. El grado de precisión que puedes encontrar en estos objetivos te ayudará a empujar hacia resultados positivos sin demasiada tentación de abandonarlos.

La gestión del tiempo es esencial si desea progresar, y los objetivos emocionales crean la suficiente urgencia para empujarle a dedicarles tiempo. Progresar no será demasiado difícil si te pones metas razonables para mejorar tu estado emocional.

No es conveniente que los objetivos parezcan lejanos o imposibles, por lo que el uso del sistema de metas emocionales ofrece muchas ventajas. Con el tiempo, te darás cuenta de que has hecho muchos progresos en el departamento de bienestar emocional gracias a los objetivos cuidadosamente programados y planificados.

Ejemplos de metas emocionales

A continuación vamos a ver varios ejemplos de objetivos emocionales que te ayudarán a comprender mejor el concepto de “meta emocional”:

Conocerse a uno mismo

La inteligencia emocional es la mezcla de tus sentimientos y pensamientos y el uso de esta percepción para guiar tus pensamientos y acciones. Para que puedas establecer objetivos basados en las emociones, necesitas estudiar, comprender, evaluar y saber quién eres y cómo actúas. También necesitas conocer cómo las emociones que posees están trabajando a tu favor y/o en tu contra.

Actitud de las personas

¿Cuál es tu frecuencia emocional con tu cónyuge, jefe, colegas, subordinados, etc.? ¿Cómo reacciona cuando tiene un malentendido o un conflicto con la gente? ¿Controlas tus emociones en cualquier situación que te encuentres? Para aquellos que mantienen emociones tóxicas, como la ira, el nerviosismo, la tristeza, etc., es necesario que te pongas como objetivo controlar y hacerte cargo de tus emociones.

Paciencia

Esta época en la que vivimos está llena de muchos individuos impacientes. Se ha descubierto que más del 80% de las personas tienen un bajo cociente emocional para la paciencia. La paciencia es una virtud obligatoria que uno necesita poseer para ser productivo y exitoso.

Menos expectativas

Mucha gente tiene muchas “expectativas”. Tenemos que establecer objetivos de expectativas que nos ayuden a esperar menos. Recuerda que “las expectativas suelen llevar a la decepción”. La gente debe ser consciente de que las expectativas no son una estrategia. La expectativa no es un factor de producción. No importa cuánto esperes de alguien, tu “expectativa” no puede hacer que esa persona cumpla. Las expectativas parten de ti y terminan en ti. Cuando tus expectativas no se cumplen, si no se controlan, tus emociones negativas se hacen cargo de ti. Para evitar esto, necesitas establecer metas de expectativas que te permitan tener el control de tus emociones cuando tus expectativas no se cumplan.

Pensamientos

Cada uno de tus sentimientos es impulsado por un pensamiento. Actuamos en función de cómo pensamos. Por lo tanto, cuando usted establece metas en el manejo de sus emociones, también necesita establecer metas en el control de sus pensamientos. Cuando tienes pensamientos que incitan emociones negativas, llegas a reaccionar de manera negativa, lo que a menudo conduce a arrepentimientos y decepción en uno mismo.