El autocontrol, o la capacidad de gestionar los impulsos, las emociones y los comportamientos para alcanzar objetivos a largo plazo. Es lo que separa a los seres humanos del resto del reino animal.
La capacidad de regular las emociones y el comportamiento es un aspecto clave de la función ejecutiva, el conjunto de habilidades que permiten a una persona planificar, controlar y alcanzar objetivos. Existe un debate en torno al grado en que el autocontrol es una diferencia individual innata, frente a una habilidad aprendida.
La mayoría de los expertos creen que las personas que están dispuestas a tener menos autocontrol pueden cultivar hábitos saludables y tomar medidas para controlar su comportamiento.
¿Qué es el autocontrol?
Como hemos dicho, el autocontrol es la capacidad de regular y alterar sus respuestas para evitar comportamientos indeseables, aumentar los deseables y alcanzar objetivos a largo plazo. Las investigaciones han demostrado que poseer autocontrol puede ser importante para la salud y el bienestar.
La gente utiliza diversos términos para referirse al autocontrol, como disciplina, determinación, agallas, fuerza de voluntad y fortaleza.
Los psicólogos suelen definir el autocontrol como:
- La capacidad de controlar los comportamientos para evitar tentaciones y alcanzar objetivos.
- La capacidad de retrasar la gratificación y resistirse a comportamientos o impulsos no deseados.
- Un recurso limitado que puede agotarse.
Sin embargo, algunos investigadores creen que el autocontrol está determinado en parte por la genética, ya que algunos nacen mejor que otros.
Importancia del autocontrol
¿Qué importancia tiene el autocontrol en tu día a día? Los investigadores han descubierto que las personas que tienen un mayor autocontrol tienden a ser más sanas y felices, tanto a corto como a largo plazo.
En un famoso experimento realizado en 2005, los estudiantes que mostraban una mayor autodisciplina obtuvieron mejores notas, mejores resultados en los exámenes y tenían más probabilidades de ser admitidos en un programa académico competitivo. El estudio también descubrió que, en lo que respecta al éxito académico, el autocontrol era un factor más importante que las puntuaciones del coeficiente intelectual.
Los beneficios del autocontrol no se limitan al rendimiento académico. Un estudio de salud a largo plazo descubrió que los altos niveles de autocontrol durante la infancia predecían una mayor salud cardiovascular, respiratoria y dental en la edad adulta, así como una mejor situación económica.