Muchos de nosotros somos conscientes de la existencia del coeficiente intelectual. Diseñado para medir la inteligencia intelectual, da una puntuación de una serie de pruebas. Los CI o IQ más altos indican mejores habilidades cognitivas o la capacidad de aprender y entender. Aunque no esté reñido, esto no quiere decir que la inteligencia emocional vaya ligada de forma al coeficiente intelectual de una persona.

Las personas con un mayor coeficiente intelectual tienen más probabilidades de tener un buen rendimiento académico sin ejercer la misma cantidad de esfuerzo mental que los que tienen un menor coeficiente intelectual pero no de ser emocionalmente mas inteligentes.

Una suposición lógica, por lo tanto, es que las personas con mejores habilidades intelectuales tendrán mas éxito en el trabajo y en la vida. Se ha demostrado que esta suposición es incorrecta. Hay más en el éxito que simplemente ser “inteligente”.

¿Qué es la inteligencia emocional?

Podríamos definir inteligencia emocional cómo la medida en que un individuo es capaz de reconocer y manejar sus emociones y las de otras personas. Todo ello tanto de forma individual como en grupo.

Dicho de otra manera, la inteligencia emocional se refiere a la habilidad de identificar y manejar las emociones propias, así como las de los demás.

Por lo general, se dice que la inteligencia emocional incluye por lo menos tres aptitudes:

  • La conciencia emocional o la capacidad de identificar y nombrar las propias emociones.
  • La capacidad de aprovechar esas emociones y aplicarlas a tareas como el pensamiento y la solución de problemas.
  • La capacidad de gestionar las emociones, que incluye tanto la regulación de las propias emociones cuando es necesario como la ayuda a otros para que hagan lo mismo.

El concepto de inteligencia emocional ha ganado amplia aceptación en los últimos años, algunos empleadores han incorporado incluso pruebas de inteligencia emocional en sus procesos de solicitud y entrevista, basándose en la teoría de que alguien con un alto nivel de inteligencia emocional sería un mejor líder o compañero de trabajo.

Un alto nivel de Inteligencia Emocional ayuda a los individuos a comunicarse mejor, reducir su ansiedad y estrés, desactivar conflictos, mejorar las relaciones, empatizar con los demás y superar eficazmente los desafíos de la vida.

Si bien algunos estudios han encontrado un vínculo entre la inteligencia emocional y el desempeño laboral, muchos otros no han mostrado ninguna correlación, y la falta de una escala científicamente válida dificulta la verdadera medición o predicción de la inteligencia emocional de alguien en el trabajo o en el hogar.

¿Por qué es tan importante la inteligencia emocional?

¿Alguna vez pensaste en algunas de las decisiones importantes que tomaste en tu vida y te preguntaste ¿en qué estaba pensando? o ¿realmente hice eso y por qué? No usar tu inteligencia emocional puede ser la causa de esas malas decisiones y acciones.

Nuestra inteligencia emocional afecta la calidad de nuestras vidas porque influye en nuestro comportamiento y relaciones. La Inteligencia Emocional es sinónimo de autoconciencia porque nos permite vivir nuestras vidas con intención, propósito y autonomía.

Muchos de nosotros nos movemos por la vida tomando decisiones importantes basadas en nuestras circunstancias actuales. Podemos percibirlas como algo que está más allá de nuestra capacidad de cambio, limitando así nuestras opciones y soluciones. Tomarse el tiempo para reflexionar y examinar por qué decidimos hacer lo que hacemos nos permite llevar una vida determinada por nuestras intenciones conscientes y no sólo por las circunstancias.

¿Qué significa ser emocionalmente inteligente?

Un individuo emocionalmente inteligente es muy consciente de sus propios estados emocionales, incluso de los negativos (frustración, tristeza o algo más sutil) y es capaz de identificarlos y gestionarlos. Tales personas están especialmente sintonizadas con las emociones que otros experimentan.

Es comprensible que la sensibilidad a las señales emocionales tanto de uno mismo como de su entorno social pueda convertirlo en un mejor amigo, padre, líder o compañero romántico. Afortunadamente, estas habilidades pueden ser perfeccionadas.

Inteligencia emocional según Daniel Goleman

¿Ha conocido alguna vez a personas que siempre parecen mantener la calma, que son capaces de manejar incluso las situaciones sociales más incómodas con gracia, y que siempre parecen hacer que los demás se sientan a gusto? Las posibilidades de que esos individuos posean lo que los psicólogos llaman inteligencia emocional son muy altas.

La inteligencia emocional implica la capacidad de entender y manejar las emociones. Los expertos están de acuerdo en que este tipo de inteligencia juega un papel importante en el éxito, y algunos han sugerido que la inteligencia emocional podría ser incluso más importante que el coeficiente intelectual. En cualquier caso, las investigaciones han sugerido que la inteligencia emocional está vinculada a todo, desde la toma de decisiones hasta los logros académicos.

Entonces, ¿qué se necesita para ser emocionalmente inteligente? El psicólogo y autor de best-sellers Daniel Goleman ha sugerido que hay cinco componentes críticos para la inteligencia emocional, tres de las cuales son personales y dos interpersonales. Echa un vistazo a estos cinco factores y mira si puede haber cosas que puedas hacer para mejorar tus habilidades en cada área.

  • Las habilidades personales, o “cómo nos manejamos”, son la autoconciencia, la autorregulación y la motivación. En otras palabras, los primeros pasos para entender y manejar las emociones de los demás es ser capaz de entender y manejar nuestras propias emociones, incluyendo la comprensión de lo que nos motiva.
  • Las habilidades sociales, o “cómo manejamos las relaciones con los demás”, son la empatía y las habilidades sociales. Esto significa entender y sentir por los demás, y luego ser capaz de interactuar eficazmente con ellos.

Autoconciencia

La conciencia de sí mismo, o la capacidad de reconocer y comprender sus propias emociones, es una parte crítica de la inteligencia emocional. Sin embargo, más allá de reconocer sus emociones, es ser consciente del efecto de sus propias acciones, estados de ánimo y emociones de otras personas.

Para llegar a ser consciente de sí mismo, debe ser capaz de vigilar sus propias emociones, reconocer las diferentes reacciones emocionales y luego identificar correctamente cada emoción particular. Las personas conscientes de sí mismas también reconocen las relaciones entre las cosas que sienten y cómo se comportan. Estos individuos también son capaces de reconocer sus propias fortalezas y limitaciones, están abiertos a nuevas informaciones y experiencias, y aprenden de sus interacciones con los demás.

Goleman sugiere que las personas que poseen esta autoconciencia tienen un buen sentido del humor, tienen confianza en sí mismos y en sus capacidades, y son conscientes de cómo las perciben otras personas.

Autorregulación

Además de ser consciente de sus propias emociones y del impacto que tiene en los demás, la inteligencia emocional requiere que sea capaz de regular y gestionar sus emociones. Esto no significa encerrar las emociones y ocultar sus verdaderos sentimientos, sino simplemente esperar el momento, el lugar y la vía adecuados para expresar sus emociones. La autorregulación consiste en expresar tus emociones de forma adecuada.

Los que son hábiles en la autorregulación tienden a ser flexibles y se adaptan bien al cambio. También son buenos para manejar los conflictos y para difundir situaciones tensas o difíciles.

Goleman también sugiere que aquellos con fuertes habilidades de auto-regulación son muy concienzudos. Son considerados en la forma en que influyen en los demás y asumen la responsabilidad de sus propios actos.

Habilidades sociales

Ser capaz de interactuar bien con los demás es otro aspecto importante de la inteligencia emocional. La verdadera comprensión emocional implica más que la simple comprensión de las propias emociones y los sentimientos de los demás, también es necesario ser capaz de poner esta información a trabajar en sus interacciones y comunicaciones diarias.

En los entornos profesionales, los gerentes se benefician al ser capaces de construir relaciones y conexiones con los empleados, mientras que los trabajadores pueden beneficiarse al ser capaces de desarrollar una fuerte relación con los líderes y los compañeros de trabajo. Algunas habilidades sociales importantes incluyen la escucha activa, las habilidades de comunicación verbal, las habilidades de comunicación no verbal, el liderazgo y la persuasión.

Empatía

La empatía, o la capacidad de entender cómo se sienten los demás, es absolutamente crítica para la inteligencia emocional. Pero esto implica más que sólo ser capaz de reconocer los estados emocionales de los demás.

También implica sus respuestas a las personas basadas en esta información. Por ejemplo, cuando sientes que alguien se siente triste o desesperado, probablemente influirá en la forma en que respondas a esa persona. Es posible que lo trate con más cuidado y preocupación o que haga un esfuerzo por animarlo.

Ser empático también permite a las personas comprender la dinámica de poder que suele influir en las relaciones sociales, especialmente en el ámbito laboral. Las personas competentes en esta área son capaces de percibir quiénes poseen el poder en las diferentes relaciones, comprender cómo estas fuerzas influyen en los sentimientos y comportamientos, e interpretar con precisión las diferentes situaciones que dependen de dichas dinámicas de poder.

Motivación

La motivación intrínseca también juega un papel clave en la inteligencia emocional. Las personas que son emocionalmente inteligentes están motivadas por cosas que van más allá de las meras recompensas externas como la fama, el dinero, el reconocimiento y la aclamación.

En cambio, tienen una pasión por satisfacer sus propias necesidades y objetivos internos. Buscan cosas que les lleven a recompensas internas, experimentan el flujo de estar totalmente en sintonía con una actividad, y persiguen las experiencias máximas.

Aquellos que son competentes en esta área tienden a estar orientados a la acción. Se fijan metas emocionales, tienen una gran necesidad de logros, y siempre están buscando formas de hacerlo mejor. También tienden a estar muy comprometidos y son buenos para tomar la iniciativa cuando se les presenta una tarea.

¿Cómo desarrollar inteligencia emocional?

El desarrollo de la inteligencia emocional puede influir en gran medida en nuestro éxito. Nuestras situaciones personales e inteligencia son factores también; sin embargo, la inteligencia emocional puede afectar profundamente nuestras elecciones creando opciones que de otra manera no habríamos imaginado o considerado como posibilidades.

Las personas con mayor inteligencia emocional encuentran mas fácil formar y mantener relaciones interpersonales y “encajar” en situaciones de grupo. Además son capaces de comprender mejor su propio estado psicológico, lo que puede incluir el manejo efectivo del estrés y una menor probabilidad de sufrir depresión.

La inteligencia emocional es la única parte de la “psique humana” que podemos desarrollar y mejorar aprendiendo y practicando nuevas habilidades. El coeficiente intelectual y la personalidad son medidas más estáticas y es probable que se mantengan razonablemente constantes a lo largo de la vida (aunque puede desarrollar su capacidad para completar las pruebas de coeficiente intelectual con mucho éxito).

La inteligencia emocional sólo puede medirse por la forma en que un individuo progresa en la vida: desarrollando relaciones significativas con los demás, sus habilidades y comprensión interpersonal, su capacidad para manejar sus propias emociones y sus habilidades personales.

Por lo tanto, al mejorar tu inteligencia emocional también mejorarás tu comprensión y verás que otras personas tienen puntos de vista diferentes. Te ayudará a tratar de ver las cosas desde su perspectiva. Al hacerlo, podrás aprender algo mientras te ganas el respeto y la confianza de los demás.

Test de inteligencia emocional

Los tests de inteligencia emocional requieren que la persona que realiza el test responda a las preguntas con honestidad y, por lo tanto, es mucho mas fácil “hacer trampas” en un test para determina el cociente intelectual.